En el libro “El Efecto Compuesto” de Darren Hardy se comenta una anécdota que me parece muy ilustradora. Consiste en que, según cuenta el autor, él hizo una lista de todas las cualidades que tenía su mujer ideal y, en vez de ponerse a buscarla, se preguntó: “¿Quién debo llegar a ser yo para atraer a esa mujer? ¿Qué cualidades tengo que desarrollar?”.
Me encanta esta idea, porque cambia totalmente la perspectiva que tenemos muchas veces cuando nos comparamos con alguien o queremos conseguir algo. Y es que el éxito es lo que acabas atrayendo cuando te conviertes en esa persona que quieres llegar a ser. Vamos a traernos la idea a la tribu.
Si eres profesor, seguro que te imaginas cómo sería tu clase ideal, con las actividades y tareas ideales y el alumnado trabajando de una manera determinada. Pues ya sabes, tienes que escribir todas las características que deberías desarrollar para conseguirlo. Una buena idea puede ser utilizar la técnica de la visualización, es decir, cerrar los ojos e imaginarte en esa clase y cómo se va desarrollando; para posteriormente escribir (tras abrir los ojos, por supuesto) las características que tenía ese profe que has visualizado. Si en tu diario matinal escribes esas características y vas desarrollando un plan de acción para adquirirlas, estoy segura que lo conseguirás.
Si eres opositor, imagino que esa persona que es tu meta eres tú viendo tu aprobado y tu plaza. Pues bien, haz lo mismo, cierra los ojos e imagina cómo es esa persona que acaba de ver su aprobado, imagina todo lo que ha hecho en el año precedente, imagina cómo ha estudiado, de quién se ha rodeado, qué técnicas ha utilizado y, a partir de ahí, elabora tu plan de acción para convertirte en esa persona de éxito.
Como ves, es mucho mejor compararte con quién debes/quieres llegar a ser que con otras personas, así que este truco creo que te ayudará.